En un sentido general, se puede definir como un medio de emitir opiniones a través del cual se nos da a conocer el estado y alcance de opinión pública.
Pero si nos referimos al sufragio político, este será el procedimiento utilizado por las democracias liberales para la designación de sus gobernantes, en oposición a la herencia o a la conquista violenta del poder.
Durante los primeros años del liberalismo existía una cierta desconfianza en este sistema de elección de los gobernantes, ya que constituía un considerable medio de acción para las masas populares. La burguesía, que utilizaba las elecciones para arrebatar el poder a la aristocracia, no quería que a ella le fuese arrebatado de igual manera. Así, pues, la teoría liberal de la representación y de la elección tiene muchos matices, y ello conduce a veces una restricción del sentido de la palabra sufragio político.
Se llama democracia representativa al sistema político en que los gobernantes son elegidos por los ciudadanos y considerados, como sus representantes. Se ha dicho también que la representación política es la base de las instituciones occidentales.
El desarrollo del régimen representativo, que supone el establecimiento de unos sensores de los gobernantes, a tenido como consecuencia de la generalización de las elecciones. De este modo, la elección es el procedimiento más simple y eficaz para designar a las personas que han de ser los portavoces de los ciudadanos y que pueden llegar a convertirse en gobernantes que hagan la clase de política que los ciudadanos desean.
La idea de sufragio se extiende tanto a las prácticas de democracia directa como semidirecta y también aquellas otras que consisten en designar a los gobernantes. En este caso se aplica el concepto más restringido de sufragio electoral.
En la democracia directa, las decisiones son adoptadas por todo el pueblo a través de una asamblea deliberadamente compuesta por todos los ciudadanos. Esto, en las sociedades actuales, es prácticamente imposible llevarlo a la práctica; por esta razón surgen otra técnicas democráticas, como la democracia semiindirecta y la representativa.
Los procedimientos de democracia semiindirecta, están mucho mas extendidos y suponen una especie de colaboración entre los ciudadanos y sus representantes.
Pero si nos referimos al sufragio político, este será el procedimiento utilizado por las democracias liberales para la designación de sus gobernantes, en oposición a la herencia o a la conquista violenta del poder.
Durante los primeros años del liberalismo existía una cierta desconfianza en este sistema de elección de los gobernantes, ya que constituía un considerable medio de acción para las masas populares. La burguesía, que utilizaba las elecciones para arrebatar el poder a la aristocracia, no quería que a ella le fuese arrebatado de igual manera. Así, pues, la teoría liberal de la representación y de la elección tiene muchos matices, y ello conduce a veces una restricción del sentido de la palabra sufragio político.
Se llama democracia representativa al sistema político en que los gobernantes son elegidos por los ciudadanos y considerados, como sus representantes. Se ha dicho también que la representación política es la base de las instituciones occidentales.
El desarrollo del régimen representativo, que supone el establecimiento de unos sensores de los gobernantes, a tenido como consecuencia de la generalización de las elecciones. De este modo, la elección es el procedimiento más simple y eficaz para designar a las personas que han de ser los portavoces de los ciudadanos y que pueden llegar a convertirse en gobernantes que hagan la clase de política que los ciudadanos desean.
La idea de sufragio se extiende tanto a las prácticas de democracia directa como semidirecta y también aquellas otras que consisten en designar a los gobernantes. En este caso se aplica el concepto más restringido de sufragio electoral.
En la democracia directa, las decisiones son adoptadas por todo el pueblo a través de una asamblea deliberadamente compuesta por todos los ciudadanos. Esto, en las sociedades actuales, es prácticamente imposible llevarlo a la práctica; por esta razón surgen otra técnicas democráticas, como la democracia semiindirecta y la representativa.
Los procedimientos de democracia semiindirecta, están mucho mas extendidos y suponen una especie de colaboración entre los ciudadanos y sus representantes.